El teléfono yogur y su versión electrónica
Es muy probable que cuando éramos niños hayamos jugado alguna que otra vez con el llamado "teléfono yogur", probablemente fabricado por nosotros mismos ya que su construcción no ofrece prácticamente ninguna dificultad.
Con solo un par de recipientes de plástico vacíos, que casi siempre se conseguían una vez que habíamos consumido los yogures (de ahí el nombre por el que se le conoce normalmente), unos metros de hilo suficientemente resistente y poco más, teníamos un juguete con el que pasábamos horas y horas de ocio y diversión.
Mientras uno de nosotros aproximaba el bote de yogur a su oreja el otro lo hacía con el que le correspondía a su boca y comenzaba la "transmisión" del mensaje. Y aunque la distancia entre los dos interlocutores no podía exceder de algunos metros, la transmisión de la "fonía" que se conseguía con este artilugio, aunque débil, era relativamente buena.
La verdad es que aquellos eran otros tiempos. Nos divertíamos con cualquier cosa. Y aunque hoy este juguete quizás le siga llamando la atención a los más pequeños, no hay que olvidar que vivimos en la era de la electrónica y casi todos esperamos algo más. De ese "algo más" hablamos en este artículo. Vamos a presentarte la versión electrónica del teléfono yogur. ¿Quieres ver de que se trata?. ¡Adelante!.
EL ORIGINAL
La versión "original" del teléfono yogur, que como ya hemos dicho estaba constituida por solo dos recipientes vacíos de plástico unidos por un hilo, basaba su funcionamiento en la transmisión de ondas mecánicas a través de un medio suficientemente flexible, en este caso el hilo.
Efectivamente, tanto el vaso de yogur como el hilo usado tienen cierta flexibilidad. Al hablar delante de uno de los vasos, este vibra en función del sonido de nuestra voz. Esta vibración se transmite al hilo y "viaja" a través de él hacia el otro vaso. Cuando la onda mecánica que se produce en el hilo llega a su destino transmite sus vibraciones al vaso "receptor", y entonces nuestro interlocutor puede oir el mensaje que le hemos enviado con total nitidez.
Puedes ver el efecto a que nos referimos si clicas aquí. Aunque en el video el medio usado no es un hilo sino un muelle, básicamente estamos ante el mismo fenómeno.
Volviendo de nuevo al teléfono yogur, es evidente que el hilo ha de estar suficientemente tenso para que la onda mecánica pueda viajar. De lo contrario no se producirá la transmisión de la vibración y nos llevaremos un chasco.
Además, la longitud del hilo no debe ser excesiva, máximo unos cinco o seis metros, ya que la onda mecánica se va amortiguando conforme lo recorre. Si el hilo es demasiado largo la vibración llegará tan débil al vaso receptor que no conseguiremos oirla.
El hilo solía fijarse simplemente con unos nudos que impedían que se escapara del vaso al tener este último el agujero suficientemente pequeño. También se podía amarrar el hilo a un trozo de mondadientes para que ejerciera esta función.
LA VERSIÓN ELECTRÓNICA
Como muchos otros dispositivos basados en la mecánica, el teléfono yogur tiene su versión electrónica. Esta versión, para que tenga cierta similitud con la original, ha de usar componentes que no necesiten ningún tipo de consumo eléctrico para ser completamente operativo.
Al tratarse de un dispositivo electrónico su funcionamiento no está basado en la transmisión de ondas de presión mecánicas, sino en señales eléctricas. La pregunta que quizás te estés haciendo es... ¿Como puede este "teléfono yogur moderno" (por llamarlo de alguna manera) no consumir ningún tipo de energía eléctrica y al mismo tiempo estar basado en señales de esa misma naturaleza?. La respuesta es muy sencilla.
Para el dispositivo emisor vamos a usar un componente que, sin necesidad de ningún tipo de alimentación externa, transforme las ondas de presión sonoras en señales eléctricas que transmitiremos por unos simples cables conductores. Fíjate en el esquema representado a continuación.
Efectivamente, se trata de un par de altavoces conectados entre ellos a través de los correspondientes cables. Todo de lo más normal. El altavoz es un dispositivo con características reversibles, es decir, puede actuar como "reproductor" cuando se conecta a la salida de un dispositivo que entregue una señal de audio, pero también puede actuar de "generador" de señales eléctricas a partir de las ondas sonoras recibidas.
De hecho, en la mayoría de los walkie-talkies de C.B. de juguete que se vendieron hace años (aquellos que tenían la antena telescópica ¿recuerdas?), se usaba un altavoz para oir la señal de radio recibida y el mismo altavoz hacía las veces de micrófono cuando apretábamos el PTT y el walkie actuaba de emisor.
Este "teléfono yogur moderno", como hemos quedado en llamarle, va relativamente bien con longitudes cortas de cable. Podríamos decir que, si los altavoces son de buena calidad, pueden conseguirse comunicaciones aceptables hasta un máximo de diez o doce metros. Para longitudes mayores, y debido a la resistencia que ofrecen los propios cables de conexión, la señal transmitida llega excesivamente debilitada al altavoz receptor. ¿Podríamos mejorar este sistema sin aumentar excesivamente su complejidad?. ¡Claro que si!.
TELÉFONO YOGUR MODERNO DE "LARGA DISTANCIA"
La longitud máxima de los cables se puede aumentar sustancialmente con una pequeña modificación del sistema. ¿Sabrías decir que modificación hay que hacerle al teléfono, mediante la cual podríamos usar cables de hasta más de cien metros de longitud?.
El teléfono, tal y como lo hemos visto hasta ahora, utiliza lo que llamamos un sistema de baja impedancia, ya que los altavoces suelen ser de 8 ohmios. Debido a esto, la poca resistencia que ofrezcan los cables es suficiente para dejarse en el camino gran parte de la señal, de manera que después de recorrer 10 o 12 metros de longitud estará muy mermada y será casi inexistente.
La solución pasa por "aumentar" la impedancia de los altavoces para que no se produzca en la línea que estamos usando esta tremenda caida de tensión que debilita tanto la señal. ¿Como hacerlo?. Pues mediante un par de simples transformadores. Fíjate en el esquema siguiente.
El principio físico representado es el mismo que utilizan las centrales eléctricas para transportar la energía hasta nuestros hogares; elevar la tensión de la señal para que la intensidad de su corriente baje drásticamente. De esta manera se consigue que la caida de tensión en la línea sea mínima, y las pérdidas se reduzcan notablemente.
Los transformadores a usar pueden ser aquellos que se montaban en los receptores a transistores portátiles de hace algunos años, cuando las etapas finales de audio de estos aparatos estaban constituidas por un par de transistores montados en "push-pull", o incluso por una etapa de salida con un solo transistor final. Si has "trasteado" con estos aparatos sabrás perfectamente a lo que nos referimos.
Si no encuentras receptores antiguos que tengan estos componentes puedes usar algún otro tipo de pequeño transformador, por ejemplo los que se montan en los altavoces instalados en sistemas de sonido mediante línea de 100V. Estos serían perfectamente adecuados para el caso.
Esperamos que hayas disfrutado con la lectura de este artículo, y por supuesto también al llevar a la práctica este sencillo montaje. Te esperamos como siempre aquí, en Radioelectronica.es, tu punto de encuentro.
Daniel Cabrero » 12-07-2016 22:05
formadores 220/6 V. Quizá algún día probare a conectarlos a través de un
sistema rectificador doblador de tensión. Ya sé que tendré c.c,pero será pul-
sante.Aceptaré toda clase de críticas,mofas,befas y dicterios en bien de la
ciencia Daniel
Patxi » 04-07-2015 19:30
Gracias a esta maravillosa web por la información excelente que comparte con los demás.
Retorné a mi niñez cuando leí este artículo. Yo me construí un teléfono yogur cuando tenía unos 8 años, sobre 1966, con dos recipientes vacíos de yogur Danone. Creo que fueron los primeros recipientes de plástico de esta marca, ya que en años anteriores eran de cristal.
Ahora tengo 57 años. No sé si se me considerará viejo o aún joven, pero he de decir que aquella fue una experiencia maravillosa.
Gracias a Radioelectronica.es por recordarme aquellos años.
Un saludo a todos.
Herrpiluso » 03-07-2015 20:44
Se nota que son jóvenes, o quizá yo sea demasiado viejo.
El "teléfono yoghourt" no lo conocí porque cuando niño no existían los envases plásticos.
Lo hacíamos con latas de tomates o duraznos.
Sí, así era la cosa
Cordial saludo!
Patricio Riopedre Puente » 05-06-2015 04:20
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