Telecomunicaciones - El telégrafo
Desde tiempos inmemoriales el hombre ha intentado comunicarse con sus semejantes a través de la distancia. Desde tiempos muy remotos esa ha sido una obsesión para el ser humano. El poder hacerle llegar un mensaje instantaneo a un ser querido a cientos o a miles de kilómetros era, hasta hace relativamente pocos años, una verdadera utopía.
El sonido y la luz han sido ampliamente utilizados a lo largo de la historia de la humanidad como soporte para los mensajes a transmitir. Sin embargo, ambos adolecen de problemas insalvables debido a su propia naturaleza. En el caso del sonido al tratarse de ondas mecánicas de muy corto alcance como ya hemos estudiado, y en el caso de la luz, aunque se trata de una onda electromagnética, es por contra de trayectoria rectilinea y, además, frenada en seco cuando se encuentra con un obstáculo opaco, lo que en ambos casos hacen imposible su utilización para estos menesteres.
La realidad ha sido que solo usando señales basadas en la electricidad, señales eléctricas, se han conseguido resultados adecuados a lo que se buscaba. ¿Te interesaría conocer como se desarrolló este asunto desde el principio, y de paso ahondar en el funcionamiento de los artilugios que se usaron en su desarrollo? Todo en este artículo.

Sin embargo, aunque ya no tengan el atractivo de hace años, necesitamos conocer el funcionamiento de los primeros sistemas de telecomunicación basados en transmisiones via hilos de cobre y en señales radioeléctricas inventados por el hombre para así poder continuar el estudio que hemos iniciado y llegar donde queremos llegar, amén de que por fortuna aún somos unos cuantos los que seguimos enamorados de esto que se llama radio.
Por orden de aparición en el escenario de la humanidad, los sistemas de telecomunicación basados en la electricidad han sido tres: el telégrafo, el teléfono y la radio. Si te fijas, cada uno de ellos mejora sustancialmente al anterior. Posiblemente el sistema precursor, el telégrafo, se haya dejado de usar de la manera como se utilizaba originalmente, mediante cables conductores como nexo de unión entre dos estaciones de telegrafía. Sin embargo su espíritu sigue vivo entre los radioaficionados, ya que muchos de estos aún siguen usando los llamados sistemas de grafía, a base de puntos y rayas, en sus comunicaciones inhalámbricas. Si queremos llegar a entender como funciona la radio es un buén primer paso estudiar como funcionaba el telégrafo con hilos.
EL TELÉGRAFO, PRECURSOR DE LA RADIOAunque el invento del telégrafo le fué atribuido por las cortes norteamericanas a Samuel Morse, en realidad y desde un punto de vista estrictamente tecnológico no se debería hablar de una sola persona como autora de este artilugio. Por aquel entonces ya existían diferentes sistemas de telegrafía y Morse peleó para llevarse el gato al agua, cosa que más tarde consiguió después de largos litígios en los tribunales de justicia. Esta victoria le proporcionó, entre otras cosas, una gran fortuna económica.
Si pensamos de manera objetiva, podemos decir que el telégrafo es una aplicación práctica del fenómeno de la electricidad en la que se usan diferentes descubrimientos de forma conjunta. El telégrafo pudo ver la luz gracias a que se había descubierto la manera de producir electricidad y almacenarla a unos niveles aprovechables en aquella época, gracias a que se había descubierto el fenómeno del electromagnetismo mediante el cual se podían atraer metales al hacer circular una corriente eléctrica por una bobina de cobre y gracias al descubrimiento de que la tierra es conductora y por lo tanto podía utilizarse para el "retorno" de la señal telegráfica.
Con esto no pretendemos quitarle el mérito al Sr. Morse, el cual para nosotros no fué sino el inventor de uno de los mejores, y el mas sencillo, de los sistemas telegráficos presentados a la sazón. Su método de codificación alfanumérica de "puntos y rayas", conocido como "código Morse", fué adoptado mundialmente no solo como soporte de mensajes telegráficos mediante linea de cable, sino también para la comunicación entre barcos situados a cierta distancia mediante un reflector con una luz muy potente llamado "blinker" el cual usa una cortinilla que se abre y se cierra para producir los destellos luminosos (puntos y rayas). Más adelante, con las transmisiones via radio, el código Morse se siguió utilizando ampliamente usando pitidos cortos y largos con un rendimiento superior al sistema de fonía.
El sistema de telegrafía con hilos elemental estaba compuesto en la parte emisora por un dispositivo llamado "manipulador telegráfico", el cual funcionaba a modo de interruptor para cerrar el circuito, y una fuente de energía eléctrica. En la parte receptora había un electroimán que atraía a una pequeña lámina basculante de hierro la cual tenía adosado un lápiz y un sistema de papel móvil autodesplazable. El sistema se completaba con un conductor aislado del suelo mediante postes y piezas de vidrio o porcelana, desplegado entre las dos estaciones telegráficas, y conectado por una parte al manipulador y por la otra al electroimán. En ambas estaciones el circuito se cierra con una buena toma de tierra, la cual suministraba el canal de retorno de la corriente eléctrica.

Este tipo de telégrafo fué el más utilizado en su época ya que dejaba un registro gráfico del mensaje transmitido. Sin embargo no fué el único que se utilizó. En algunos casos, el electroimán con su lápiz y el papel móvil fueron sustituidos por lámparas que emitían destellos luminosos, y en otros casos por zumbadores o timbres que emitían una señal audible.
Recuerdo en este momento la conocida frase de Albert Einstein relativa al sucesor del telégrafo elemental: "El telégrafo sin hilos no es difícil de comprender. Es como el telégrafo ordinario donde se usa un cable que es como un gato muy muy largo. Tiras de su cola en Nueva York y el gato maúlla en Los Ángeles. El telégrafo sin hilos es lo mismo pero sin el gato". En artículos venideros hablaremos del telégrafo sin hilos.
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